martes, 11 de marzo de 2008

Esa Buenos Aires que una vez fue realidad y ahora es leyenda ...

Hoy termine de leer “Errante en la sombra”
Y casi, q di vuelta a la ultima página del libro en el colectivo.
Pero esta vez me encontré caminando por mi barrio, por Chivilcoy al 400,
Leyendo y caminando… asi iba…
Leyendo un final q no me esperaba
Errante en la sombra, triste como un tango… como el Tango.
Y me acordé de amorESperros.
En un punto del tiempo se encuentran 3historias.
Juan Molina
Ivonne
Carlos Gardel
3historias que después se unirán por un lazo de amor y de códigos.
*
Qué fue de aquel viejo sueño de ver en la marquesina fulgurando en el neón el nombre de Juan Molina.
Juan Molina amó tanto el tango que puede decirse que fue creado por él. Por devoción a su música, por lealtad al destino fatal que ésta le imponía y por fidelidad a Carlos Gardel, eligió vivir a su sombra y callar la pasión que lo consumía. Hombre creado por un mito, Molina sólo pudo alcanzar la fama a través de su propia perdición.
Una historia semejante, más que contada, merece ser cantada. Por eso, Errante en la sombra es una novela musical, un relato que se despliega como un espectáculo frente al cual el lector es a la vez espectador de una trama que transcurre en esa Buenos Aires que una vez fue realidad y ahora es leyenda. Con la naturalidad y el artificio propios de los protagonistas de los mejores musicales, los personajes de esta novela se expresan cantando y bailando.
*
Fragmento de errante...

Dice Ivonne:
…-Si estuviera en condiciones de seleccionar, jamás me hubieras tocado un pelo. Puedo acostarme con quien sea, puedo meterle la mano en la bragueta al que me pidas. Pero no voy a bailar con cualquiera, por más fortuna que tenga.
André Seguin la mira asombrado. Es inútil que Ivonne le explique lo inexplicable, que aquellos eternos tangos que durante su cautiverio sonaban desde la vitrola fueron lo único que la mantuvo entera. De nada serviría hacerle entender que aquella voz que una y otra vez cantaba “Volver” fue la que la salvó de la desesperación. Estaba dispuesta a entregar su cuerpo a quien fuera, pero a bailar, no. El tango tenía para ella un valor casi religioso.(…)
André Seguin, casi sin dejar de sonreir, le explica que bailar el tango es el prólogo, el aperitivo que endurece la bragueta y ablanda el cuero de la billetera. Es la regla. Evidentemente, André no ha entendido; entonces Ivonne se incorpora, lo mira al gerente desde su estatura, se llena los pulmones de aire y tabaco, y comienza a cantar:

Puedo mi cuerpo entregar,
puedo mis labios vender,
pero señores no pidan
lo que no compran los mangos;
no esperen que baile el tango,
lo llevo bajo la piel,
ahí donde anida el alma.
Podrá el bacán manosear
las guampas de esta mujer
pero no vaya creer
que me va a sacar un corte,
una quebrada o un ocho,
lo juro por el morocho,
el único al que soy fiel.
Podrán mi boca besar
y hasta en mi escote perderse,
pero ni en sueños pensar
que van a poder bailar
ni tan siquiera atreverse.
Podrán calmarme la enagua
o extraviarse en mi pollera,
pero no habrá calavera
que me robe una milonga;
más fácil que saque agua
de una seca salitrera.
Tango que vos me salvaste
en el momento más cruel,
que el idioma me enseñaste
en el sórdido burdel,
te lo juro por mi vida,
te lo juro por Gardel,
que aunque no tenga salida
siempre voy a serte fiel….


Hasta que aparece en la vida de Ivonne Juan Molina..
Juan Molina le canta con los ojos una canción que solo ella puede escuchar.
Ivonne le devuelve una mirada cargada de gratitud y con ese mismo lenguaje que solamente ellos saben hablar, sin mover un solo músculo de la cara, ella le contesta con la misma silente melodía.

…Sin pronunciar palabra, Juan Molina se incorpora, sale de su madriguera de vergüenza, camina resuelto y, cuando está a dos pasos, sin dejar de clavarle una mirada filosa como un puñal, le hace un cabeceo conminatorio. Con el mentón en alto y sin bajar la vista, como una fiera a medio amansar, un poco en contra de su voluntad, la mujer obedece. Por primera vez obedece. Desde el palco de la orquesta bajan los acordes de “La copla del olvido”. Ivonne se pone de pie revelando su figura de espiga, las piernas largas, interminables, que se desnudan por momentos bajo el tajo de la falda. Cuande estan frente a frente, Molina la toma por la cintura y aprieta la mano de ella contra su pecho. Por primera vez Ivonne acepta bailar. Se abrazan como quien aferra a un anhelo. Ninguno de los dos dice una sola palabra. Al principio ella parece ofrecer una resistencia sutil y estudiada. Lo está probando. Entonces Juan Molina la atrae hacia él y la va dominando con la diestra, ordenándole cada quiebre, cada giro. Se miran desafiantes. Se miden. Pero Molina hace su voluntad, obligándola a los caprichos de sus cortes y quebradas.

**
esta es una de las partes que mas me gusto del libro...
bien gráfica y musical...
.
me zarpé escribiendo!
.
un librito mas en mi haber
soy feliz cada vez que sumo!
mis ojos me hacen bien
.
hasta la próxima!

3 comentarios:

ramblerto dijo...

epa! me re gustó lo que leí..
comou q por un ladou me re gusto esa cosa fiel hacia el tango en este caso, pero en realidá a lo que sea que nos ha sido fiel también.. al final.. sin bailar demostró más pasió que bailando tango.. que siempre suele mostrar pasión.. concentración.. y despierta ganas de ojalá yo supiera bailar.. y a vece slos abuelos ya no están para enseñarnos..

me gustó eso de relacionar con lo de iñárritu (así era nou?) son tres historias.. tené toda la razó..
iguá que impronta Juan.. como para que afloje con razón o más que razón corazón, ella..

Muy hermoso post, no me resultó largo para nada.. eso es bueno!

Y me gusta la nueva imagen tambien.. te quedó hermoso!

abrasho señorita mardefueguitos

rambla

Fuga Interior dijo...

Muchacha! cada uno tiene sus gustos, me alegro mucho que hayas encontrado este libro, es tan hermoso cuando uno se mete dentro de una historia, una obra =)

Besos Flor! que estes bien!

Diego /fugado22

ramblerto dijo...

cuando va a actualizar?
que pesado soy.
leí mucho y me duelen los ojos.

la quiero. un beso!